Huella Hídrica - Cálculo, reducción y consultoría
¿Qué es la Huella Hídrica?
La huella hídrica es un indicador que mide el volumen total de agua dulce utilizada directa e indirectamente en la producción de bienes o servicios. Se divide en tres componentes: huella hídrica azul (agua de fuentes superficiales y subterráneas), huella hídrica verde (agua de lluvia utilizada en el crecimiento de cultivos) y huella hídrica gris (agua necesaria para diluir contaminantes).
Esta métrica ayuda a evaluar y gestionar el uso del agua, promoviendo prácticas sostenibles y conscientes del recurso, tanto a nivel individual como empresarial, contribuyendo así a la conservación y gestión responsable del agua.
¿Para qué sirve el cálculo de la Huella Hídrica?
La huella hídrica en una empresa sirve para evaluar y gestionar de manera eficiente el uso del agua en sus operaciones y cadenas de suministro. Permite identificar áreas de alto consumo de agua, implementar medidas de conservación y eficiencia hídrica, reducir riesgos de escasez y contaminación, optimizar procesos de producción y mejorar la sostenibilidad ambiental.
Además, ayuda a cumplir con regulaciones ambientales, fortalecer la reputación corporativa, reducir costos operativos y responder a las expectativas de los consumidores y partes interesadas en cuanto a prácticas responsables y conscientes del agua.
1. Mejora de Procesos y Tecnologías:
Optimización de la Agricultura: Emplear técnicas de riego eficiente, como el riego por goteo, y cultivar variedades de cultivos más resistentes a la sequía.
Reutilización y Reciclaje de Agua: Implementar sistemas de reciclaje y reutilización de agua en procesos industriales y operaciones de limpieza.
2. Gestión de Residuos y Contaminación:
Reducción de Vertidos: Implementar medidas para reducir la contaminación del agua y minimizar la necesidad de tratamiento adicional.
Mejora en el Tratamiento de Aguas Residuales: Instalar sistemas de tratamiento de aguas residuales para mejorar la calidad del agua antes de ser vertida.
3. Educación y Concienciación:
Capacitar a las personas sobre la importancia del uso eficiente del agua y cómo pueden contribuir a reducir el consumo en sus áreas de trabajo.
Sensibilización Interna y Externa: Promover una cultura corporativa que valore la conservación del agua y comunicar los esfuerzos de la empresa en este sentido a clientes, proveedores y partes interesadas.
4. Auditorías y Monitoreo:
Auditorías de Agua: Realizar auditorías periódicas para identificar áreas de alto consumo de agua y oportunidades de mejora.
Monitorización de Consumo: Instalar sistemas de monitorización y control del consumo de agua para identificar fugas y optimizar su uso.
¿Cómo calcular la Huella Hídrica?
Calcular la huella hídrica de una empresa implica evaluar el volumen total de agua dulce utilizado directa e indirectamente en todas sus operaciones y actividades. A continuación, se describen los pasos básicos para calcular la huella hídrica de una empresa:
1. Identificar las Fuentes de Uso de Agua:
2. Clasificar las Fuentes de Agua:
3. Recopilar Datos Cuantitativos:
4. Calcular la Huella Hídrica Azul:
5. Calcular la Huella Hídrica Verde:
6. Calcular la Huella Hídrica Gris:
7. Sumar los Resultados:
8. Análisis y Evaluación:
9. Informe y Comunicación:
10. Monitoreo Continuo:
Herramientas y Recursos:
La Water Footprint Network proporciona metodologías y herramientas para calcular la huella hídrica, incluyendo guías detalladas y software de cálculo.
La norma ISO 14046 proporciona directrices específicas para la evaluación de la huella hídrica de productos, procesos y organizaciones.
El agua gris es un tipo de agua residual que proviene de actividades domésticas, industriales o comerciales, pero que aún no está contaminada a niveles peligrosos para la salud humana y el medio ambiente. Se llama «agua gris» porque generalmente tiene un color ligeramente grisáceo debido a la presencia de residuos orgánicos y productos de limpieza.
El agua gris se genera principalmente en el lavado de manos, duchas, lavadoras, lavavajillas y fregaderos de cocina. Aunque no es apta para el consumo humano sin tratamiento adicional, el agua gris puede ser tratada y reutilizada para fines no potables, como el riego de jardines, la descarga de inodoros o la limpieza de pisos. El reuso del agua gris puede ayudar a conservar recursos hídricos y reducir la demanda de agua potable en actividades que no requieren agua de alta calidad.
La huella hídrica azul es una parte de la huella hídrica total y se refiere al volumen de agua dulce extraída de fuentes superficiales y subterráneas para su uso directo en actividades humanas. Esta agua es utilizada principalmente en actividades como el riego de cultivos, el suministro de agua potable para la población, el uso industrial y la generación de energía hidroeléctrica.
La huella hídrica azul es importante porque representa el impacto directo de las actividades humanas en los recursos hídricos locales y regionales. El uso excesivo o no sostenible del agua azul puede llevar a la sobreexplotación de acuíferos, la reducción del caudal de ríos y arroyos, la degradación de ecosistemas acuáticos y la escasez de agua para usos futuros.
La huella hídrica gris es una parte de la huella hídrica total y se refiere al volumen de agua necesaria para diluir los contaminantes generados durante la producción de bienes y servicios, hasta que el agua vuelve a cumplir con ciertos estándares de calidad ambiental. Estos contaminantes pueden incluir residuos orgánicos, químicos, o cualquier otro tipo de sustancia que afecte la calidad del agua.
La huella hídrica gris se calcula en función de la cantidad de agua necesaria para diluir los contaminantes hasta que los niveles de concentración sean considerados seguros para el medio ambiente y para la salud humana. Este cálculo puede ser complejo y depende de diversos factores, como la toxicidad de los contaminantes, la capacidad de autodepuración del cuerpo de agua receptor, y las normativas ambientales locales.
La gestión de la huella hídrica gris es fundamental para prevenir la contaminación del agua y proteger la calidad de los recursos hídricos. Estrategias para reducir la huella hídrica gris incluyen la implementación de tecnologías de tratamiento de aguas residuales más eficientes, la reducción de la generación de residuos y contaminantes en los procesos productivos, y el cumplimiento estricto de las normativas ambientales relacionadas con la descarga de efluentes.
Contexto Global y Europeo
Unión Europea
La Unión Europea está implementando diversas políticas y regulaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como parte del Pacto Verde Europeo. Dentro de estas políticas, las empresas de ciertos sectores ya están obligadas a reportar sus emisiones.
Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (EU ETS): Las instalaciones industriales y plantas de energía están obligadas a monitorear y reportar sus emisiones desde 2005.
Directiva sobre la Divulgación de Información No Financiera (NFRD): Desde 2018, grandes empresas (más de 500 empleados) deben informar sobre sus impactos ambientales, incluyendo las emisiones de GEI.
Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD): Se espera que esta directiva, que ampliará los requisitos de divulgación de información no financiera a más empresas, entre en vigor progresivamente a partir de 2024 para grandes empresas y más adelante para PYMEs cotizadas.
España
En España, el cálculo y registro de la huella de carbono es voluntario pero incentivado a través del Registro de Huella de Carbono del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Ley de Cambio Climático y Transición Energética: Aprobada en mayo de 2021, esta ley establece objetivos y medidas para reducir las emisiones, aunque no impone una obligación universal de calcular la huella de carbono, fomenta la transparencia y el reporte voluntario.
